La Diabetes Mellitus es hoy día uno de los problemas de salud más importantes en el mundo. En México ha ido escalando rápidamente hasta colocarse entre las tres principales causas de morbi-mortalidad. Esto debido a los cambios en la alimentación y la poca actividad física que se realiza. La Diabetes puede afectar a todo el organismo, siendo los ojos uno de los órganos que más daño puede tener ya que es una de las causas principales de Ceguera. La Diabetes provoca en los ojos desde una catarata, que actualmente se puede remover con una sencilla cirugía en la que además se implanta un Lente Intraocular, hasta severos e irreversibles cambios en la circulación sanguínea de la retina, que ocasionan sangrados u obstrucción de los mismos o incluso nacimiento de nuevos vasos sanguíneos que son anómalos y no cumplen con una buena función y que fácilmente pueden sangrar; si la sangre acumulada en la retina no se reabsorben o remueve quirúrgicamente se favorece a la inflamación de las capas retinianas, la cicatrización y al desprendimiento de la retina. A veces sin haber desprendimiento de retina, hay tanta inflamación y cicatrización, con presencia de membranas, que esto es suficiente para que la visión se pueda perder.
Según el grado de afectación, el tratamiento para la Retinopatía es con Láser (Fotocoagulación), de la que a veces se requieren varias sesiones, hasta cirugía para remover un sangrado (Vitrectomía), remover membranas o para pegar la retina (Retinopexia); a veces en la cirugía se requiere de la aplicación de sustancias como el aceite de silicón. Cabe resaltar que todo lo anterior es en beneficio para preservar la visión del paciente, y se hace mención de ello porque se han creado mitos negativos hacia los tratamientos, siendo lo único importante para tener en cuenta el hecho de que el tratamiento debe ser lo más pronto una vez diagnosticado el daño y que es la demora en el tratamiento lo que impide una buena evolución.
La persona a la que se le ha detectado Diabetes, debe someterse a varios exámenes al momento de ser diagnosticado, ya que la evolución de la enfermedad generalmente es mayor al momento en que se hace el diagnóstico. Así, debe acudir al Oftalmólogo, al Nefrólogo, al Nutriólogo, al Angiólogo, al Odontólogo, para hacer una revisión de inicio y dar seguimiento cada año a la misma.