Padecimientos

Ojo rojo

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Muchas veces hemos visto en la calle personas con los ojos rojos y hemos imaginado un sin fin de posibles causas, incluso, hemos sido prejuiciosos y hasta les hemos sacado la vuelta, Sin embargo, existen muchas causas que pueden provocar enrojecimiento de los ojos, que no siempre son enfermedades. Las causas no patológicas más comunes van desde el haber estado leyendo por varias horas, o haber estado frente a la computadora o revisando el celular por un buen rato, incluso el hecho de estar frente la ventila del clima, o más aún, en esta nuestra ciudad, el que el sol haya brillado todo el día en su máximo esplendor y sin que ninguna nube se le haya interpuesto; todo lo anterior puede contribuir al enrojecimiento ocular. Obviamente, algunas personas son más susceptibles que otras y por lo tanto, no todos presentamos el mismo grado de afectación; también el que suceda una que otra vez no significa realmente que haya alguna enfermedad. El problema es cuando esto se vuelve común, incluso cotidiano, y que su presentación se asocie a otros síntomas, ya que en estos casos se puede estar padeciendo de alguna afección que sin un tratamiento rápido pueda agravarse.

Dentro de las enfermedades que provocan Ojo rojo están: “Ojo seco”: que es controlable con medicamentos, ya que de lo contrario, un ojo seco severo puede llevar a lesiones cornéales importantes que pueden dejar secuelas o pueden ocasionar la pérdida del órgano.
“Conjuntivitis” ya sea de tipo alérgico, infeccioso o por traumatismos; en estos casos además del ojo rojo, hay una serie de síntomas relacionados, como son comezón, lagrimeo, dolor, secreción, fotofobia (intolerancia a la luz) y visión borrosa. Cada una de éstas requiere de un tratamiento específico con medicamentos, aunque en los traumatismos siempre hay que descartar la existencia de heridas o lesiones que requieran de tratamiento con cirugía.
“Epiescleritis” y “Escleritis”, las cuales de manera importante pueden estar asociadas a enfermedades de tipo autoinmune tales como la Artritis Reumatoide y el Lupus Eritematoso, entre otras, en las que el propio organismo se ataca a sí mismo comprometiéndose en muchas ocasiones ya no el ojo, sino la integridad de la persona. Igualmente ocurre con otro grupo de enfermedades denominadas “Uveítis”, en las que el enrojecimiento y el dolor ocular son los datos más comunes e importantes para su diagnóstico y que también se asocian a enfermedades sistémicas, las cuales pueden llegar a deteriorar la calidad de vida de la persona o incluso ponerla en riesgo.
“Glaucoma”, que es una enfermedad lenta y progresiva, a veces silenciosa, que puede llevar a la ceguera, pero que puede ser detectada y tratada a tiempo con muchas posibilidades de mejoría y buena evolución.

Comúnmente se usan gotas comerciales para quitar el enrojecimiento ocular, sin embargo, esto no siempre es recomendable, porque en algunas situaciones se puede estar contribuyendo a enmascarar una enfermedad ocular grave, por lo que es preferible acudir a revisión oftalmológica, ya que un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden hacer la diferencia. Siempre hay que tener en mente que unos ojos rojos no necesariamente son sinónimo de desvelo, cansancio o conjuntivitis; hay un sin fin de causas simples y complicadas que pueden estar provocando esta situación y es importante descartarlas y tratarlas para garantizar la integridad de la visión, de la salud de los ojos y en ocasiones hasta la preservación de la vida.