Trastornos en el sistema de drenaje lagrimal
Nuestros ojos permanecen limpios y lubricados gracias a la producción constante de lágrimas. La lágrima se produce principalmente en la Glándula Lagrimal y una vez cumplido su función, es desechada. Para ello, el ojo debe contar con un sistema de drenaje íntegro, de lo contrario se produce una molesta situación denominada epifora o lagrimeo.
Es común en los niños recién nacidos, quienes presentan un cuadro transitorio de lagrimeo, esto debido a que su sistema de drenaje aún no presenta un desarrollo completo lo que dificulta la eliminación de la lágrima. En la mayoría de las veces esto se revierte espontáneamente con el paso de los días o al realizarse un masaje en la región, provocando que con la presión se abra el sistema valvular y se permita la eliminación de las lágrimas. En algunos otros casos esta situación mejora con la edad y aproximadamente a los 18 meses de vida se revierte también espontáneamente. Cuando no ocurre lo anterior, es necesario realizar un sondeo de la vía lagrimal para romper la membrana que se encuentra obstruyendo, con un porcentaje de curación de aproximadamente 90%; otro 6% presenta la remisión con un segundo sondeo y en algunos otros casos, al no haber curación es necesario intubar la vía lagrimal con una sonda de silastic. En un porcentaje muy bajo, los pacientes que no mejoran con ninguna de las acciones anteriores ameritan de la realización de una cirugía llamada Dacriocistorrinostomía
En los adultos también se puede presentar la obstrucción de la vía lagrimal, pero a diferencia de los niños, en ellos hay que realizar un sondeo de primera instancia y valorar posteriormente la mejoría, ya que un alto porcentaje de casos requieren de cirugía.
Es importante un tratamiento oportuno, ya que de lo contrario, pueden surgir algunas complicaciones debido a infecciones por el acúmulo de lágrimas en el saco lagrimal, que al no poder ser eliminadas permanecen estancadas siendo un medio propicio para el crecimiento de bacterias. De ellas la mas importante es la Dacriocistitis aguda o crónica, que es la inflamación del saco lagrimal secundaria a infección de su contenido y que provoca un cuadro de dolor intenso y en casos graves puede complicarse con un una infección por continuidad de tejidos blandos de los párpados (celulitis preseptal), requiriéndose de un tratamiento con antibióticos tanto locales (gotas) como sistémicos (tomados o inyectados) habiendo incluso necesidad de hospitalización.
Es importante por tanto entender que, aunque en muchos casos se cura de manera espontánea, la obstrucción de la vía lagrimal debe ser atendida y valorada por el Oftalmólogo, seguir las indicaciones y citas de control y de ese modo lograr la curación completa y exitosa evitando complicaciones.
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